Apuesta por la juventud
La violencia es un arma con repercusiones psicológicas, físicas y mentales en quien la vive. Sin embargo, en la infancia, sus consecuencias son exponenciales. Por lo general, va acompañada de abandono, abuso sexual o drogadicción; este último, un problema de salud pública nacional. Tan solo en Jalisco, de acuerdo con la Unicef, 7.7 % de los menores tuvo su primer acercamiento a sustancias ilícitas antes de los 13 años.
Al rescate de los niños
Barrios Unidos en Cristo, asociación civil, establecida en Guadalajara, Jalisco, persigue un importante objetivo: sacar a niños y jóvenes de las garras de la delincuencia, así como abrazar a aquellos que viven en situación de orfandad.
Esta acción requiere una lucha constante y nuevos retos día tras día que comienzan desde que un chico cruza las puertas de la institución por primera vez.
“Niños y jóvenes vienen en malas condiciones de salud y psicológicas. Por lo general, presentan cuadros de desnutrición, enfermedades de la piel, de transmisión sexual, pero sobre todo de abuso de drogas, así como maltrato físico y psicológico”, señala Yolisma Mojica, médica brigadista de Fundación del Dr. Simi.
Barrios Unidos comenzó su labor en 1999 y, hoy, 44 niños y adolescentes y 5 adultos conviven en la residencia.
Renacer y reinsertar
Carlos Ramos es un chico de 13 años que vive desde hace un par de meses en las instalaciones de la asociación. Él escapó de su casa. Sus padres lo obligaban a pedir dinero en las calles para comprar drogas. Tras vivir en las calles, fue rescatado por el DIF.
En la actualidad, Carlos afirma sentirse contento de vivir en Barrios Unidos, donde dice haber encontrado hermanos, como se nombran entre ellos. Ser jugador de futbol profesional es su sueño.
No así Brandon Mandujano, quien vivió la otra cara de la moneda. Pertenecía a una red de tráfico de drogas a sus 11 años y, en Chapultepec, avenida de Guadalajara, hacía negocio. Su suerte terminó al poner en peligro su vida con una sobredosis y llegar de urgencia al hospital. Ahora reside en Barrios Unidos.
Él sabe que vivir en esta institución conlleva una gran responsabilidad. No solo trabaja por rehabilitarse; estudia la primaria y su sueño es ser soldado, militar o policía, para resarcir el daño que provocó.
Cada joven y cada ingreso es como una moneda al aire que Barrios Unidos en Cristo está dispuesto a ganar.
Con un equipo multidisciplinario y una atención integral, los niños reciben formación académica, orientación espiritual y actividades de recreación. Además, con sana convivencia, aprenden valores para tener una exitosa reinserción social.
“No mucha gente les apuesta a estos jóvenes, tampoco quiere sumarse a estos proyectos. No ven que, al quitarlos nosotros de estas redes, podemos formar un ciudadano de bien, funcional y capaz de trabajar y dar amor a su país”, afirma Juan José Alvarado, director general de Barrios Unidos.
Usted puede apoyar mediante donativos económicos o en especie. En sus manos está el dar una oportunidad para que estos chicos, que bien podrían ser nuestros hijos y nietos, vivan un mejor futuro y, también, hacer de nuestra sociedad una más segura y con valores.
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