Siminoticiero
Alejandra Cervantes Neri
Tw: @lilly_alee
A los seis años, Hilario Morales deambulaba por la Zona Rosa, en la Ciudad de México. Era un niño de la calle. Años más tarde, su generosidad cambiaría el destino de menores del estado de Jalisco.
En 1999, Fundación Emmanuel abrió sus puertas para albergar a infantes y adolescentes, de entre 6 y 18 años, que vivían en situación de calle, o bien, eran hijos de padres en reclusorios.
“Todo comenzó cuando mi esposa y yo entramos a dar pláticas en una cárcel de mujeres. Ahí, una de ellas nos pidió si podíamos ayudarle a cuidar de su hijo; sin duda, aceptamos. Ese fue el primer niño con el que empezamos esta labor”, señala Hilario.
“A los tres años, mi padre me abandonó. Mi infancia la pasé en un ambiente de drogas. A los 9, ya estaba en la cárcel. Yo quiero que estos niños no pasen por lo que yo experimenté, queremos que vivan sus sueños y tomen sus propias decisiones”.
Fundación Emmanuel cuenta con tres casas hogar repartidas en Zapopan y Puerto Vallarta. Melani Martínez, subdirectora de la institución y esposa de Hilario, es la figura materna de todos los niños en estos albergues.
“La mayoría viene de una desintegración familiar. Buscamos que puedan sentirse amados, protegidos, apoyados y encuentren aquí una familia”.
Lupita tiene 17 años y Araceli, 18. Llegaron a casa Emmanuel hace varios años.
La primera vivía en la calle con su papá. Hoy, estudia la preparatoria en línea y sabe que, después de terminarla, continuará sus estudios de licenciatura. “He aprendido mucho aquí. Me instruyeron valores, me dieron escuela y todo lo necesario para fortalecerme y ser quien soy”.
Por su parte, Araceli, quien fue despegada de los brazos de sus padres por abuso de drogas, ya cuenta con la certificación de preparatoria para una escuela de paga reconocida, esfuerzo que Fundación Emmanuel hace por sacar adelante a sus ahora “hijos”.
Pero, a pesar de contar con la mayoría de edad y poder dejar la residencia, Araceli ayuda a las más pequeñas del hogar, es una guía y apoyo incondicional.
“Aquí vivimos en un calor de hogar, de familia. Nos enseñan, además, de Dios. Nos cuidamos entre todos y, cuando una se cae, entre todas la levantamos”.
Sacar adelante a estos pequeños es una tarea titánica, en lo emocional y económico. Brindar la mano y apoyar a esta fundación es darle una familia a un niño desprotegido y reinsertarlo a la sociedad con las mejores herramientas.
“Se necesita un gran corazón para poder ayudarlos. Son parte de nuestra sociedad, de nuestro México. No hay palabras para describir el amor que estos niños tienen para dar, es indescriptible, y a nosotros nos alimenta el alma”, dice Melani.
Le dejamos los datos bancarios de la Fundación Emmanuel que, con la mano en el corazón, agradecerá sus aportaciones por el bien de esta niñez de Jalisco.
BBVA Fundación Emmanuel, Guadalajara, AC.
No. de cuenta: 00106189091
Clabe: 012320001061890913
Redacción: Alejandra Cervantes Neri
Fotografía: Karla López (Kai Ale)
Camarógrafos: Eduardo Ramos y Samuel Gutiérrez
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