Jacqueline Ramos
jramosr12@hotmail.com
Visitar el mismísimo infierno y dejarlo atrás es un largo camino. En la espiral descendente se pierde a la familia, el trabajo, se llega a la cárcel, se acaba la confianza en uno mismo, se necesitan las malditas drogas, te aprisiona la locura y el alma está maltrecha.
Pero hay quienes logran sortear la oscuridad porque, aunque es densa, el espíritu se aferra a seguir. En Casas y Albergues de Rehabilitación Agua Viva hay una alternativa para quien quiere recuperar su vida.
Pablo Briones Sánchez, director del lugar, señaló: “Desde hace 33 años trabajamos con personas que tienen problemas de adicciones y alcohol. Este programa es no lucrativo y todos los que ingresan, lo hacen por voluntad propia”.
En las afueras de Durango capital, la institución hace lo que puede con casi nada. Y ha logrado mucho con la ayuda de casi nadie. De hecho, en el olvido, 34 almas luchan aquí por ver la luz y, después, mantenerse en ella.
En el lugar priva la pobreza. Falta casi todo y mucho de lo que hay está en malas condiciones. Solo la imaginación y la improvisación los han sacado adelante.
Tienen, sin embargo, lo más importante: un amigo que los inspira a reír a pesar de todo. Su programa, de tres meses, es espiritual.
Dicen que son muchos los caminos. Ni para qué preguntar en qué se basa el de este lugar. Las biblias están en cada una de las sillas de un salón, donde se reúnen cuatro veces al día para estudiarla y cantar.
El subdirector José de Jesús Solano Quiñones comenta que hace ocho años se quedó sin familia, sin esposa, sin hijos, por sus malas decisiones; andaba involucrado en la drogadicción, en la delincuencia y ya tenía muchas puertas cerradas afuera. Ya no hallaba la solución.
“Me hablaron de este lugar y estoy agradecido, porque algún día llegué aquí y no me negaron la entrada, además, no me cobraron nada”.Manuel Alvarado Valenzuela, exmiembro del centro, exhortó a los jóvenes a que estén alertas de las “amistades”. “Tengan cuidado con las adicciones, porque muchas veces empezamos, las tomamos como un juego, pero poco a poco van deteriorando nuestra salud. Mi páncreas se dañó, me dio diabetes y muchas cosas más. Los médicos me desahuciaron. Estuve a punto de que me diera cirrosis, pero Dios me está restaurando”.
Indicó: “Para salir adelante tenemos que continuar en las calles, en nuestros hogares, reintegrarnos a la familia, a la sociedad. Aquí nos enseñaron a asistir a la iglesia, a buscar la presencia de Dios”.
Por supuesto, la Fundación del Dr. Simi está aquí, echando el hombro, porque construir un mañana mejor es tarea de todos.
No lo olvide: usted también es parte de la solución. ¿Cuántos lugares de apoyo conoce? De hecho, es necesario que se multipliquen.
¿Alguna vez alguien le ha echado la mano? Venga. Es momento de apoyar a otros. No olvide que ayudar es vivir. Si quiere darse esta oportunidad, puede apoyarnos con sus donaciones:
Donaciones
BBVA
No. de cuenta: 0194317556
Clabe: 012164001943175569.
Si lo prefiere, comuníquese con Pablo Briones, al 61 81 836567, o al correo electrónico aguavivadgo_mex@hotmail.com
Comparte esta nota:
